España-China: ¿Un momento decisivo?
La visita oficial del presidente Pedro Sánchez a China ha levantado una enorme expectación empresarial y geopolítica. La ocasión no la desmerece pues, aunque no lo parezca, hay mucho en juego.
Por Sergi Alcalde, firma invitada
La visita oficial del presidente Pedro Sánchez a China ha levantado una enorme expectación en el sector empresarial. La ocasión no la desmerece, pues se trata del segundo viaje a China en poco más de un año, lo que, en palabras del propio Xi Jinping, pone en valor ‘los lazos que unen a ambos países y el impulso que ha habido entre ellos desde la última visita’. Ya se encargarán los agoreros de echar agua al vino, pero en cualquier caso esta es una muy buena noticia. No es habitual que China invite dos veces a un presidente español en un mismo año, y esa es una ocasión que no hay que desaprovechar. El encuentro brinda grandes oportunidades para las empresas españolas, pero también grandes desafíos para las tensas relaciones comerciales en un momento crítico.
Oportunidad: desatascador de la tensión comercial
España llega en el peor momento… ¿O es el mejor? Se da la circunstancia de que Bruselas y Pekín pasan por una de sus peores relaciones comerciales y diplomáticas en años. La guerra de aranceles impuesta a los vehículos eléctricos chinos ha sido el último episodio de una tensión constante erigida a rebufo de la guerra comercial y geoestratégica con Estados Unidos.
En este contexto, España podría ser un actor intermedio que restablezca el diálogo y la diplomacia entre ambos bloques, algo tan inexistente como necesario. Si uno se fija en los formalismos, tan importantes en las relaciones comerciales con China, hay elementos para el optimismo. El propio Xi Jinping destacaba la apuesta de España ‘por el multilateralismo, el libro comercio y el bienestar de la humanidad’. Una predisposición al diálogo también queda patente en el discurso de Sánchez, en el que se destaca que “visitar su país dos veces en menos de dos años es una muestra de la importancia que España concede a la relación bilateral con China”, así como la predisposición del país a “seguir estrechando sus relaciones bilaterales con China, para dar contenido a nuestra asociación estratégica integral”.
Ventajas: nuevo terreno abonado
La celebración el año que viene del XX aniversario de la Asociación Estratégica entre España y China podría ser un marco ideal para establecer nuevas sinergias comerciales entre ambos países, una noticia excelente para aquellas empresas españolas que se aventuren en la difícil tarea de vender en la China postpandemia.
El restablecimiento de nuevas relaciones comerciales va de la mano de los nuevos lazos estrechados, ya sean económicos, culturales o comerciales. En este sentido, cabe destacar que:
España es uno de los 16 países con excepción de visado turístico para estancias de hasta 15 días, lo que significa una buena oportunidad para el sector turístico. Atención agencias de viajes.
Entre los distintos actos de la agenda de estos días del presidente Sánchez se encuentra la inauguración de la sede del Instituto Cervantes en Shanghai. Esto puede parecer algo nimio, pero se trata de una antigua demanda de la comunidad española en la capital económica del país, donde los estudiantes de español solo tenían a su disposición hasta ahora la Biblioteca Miguel de Cervantes, abierta en 2007. Además, con la apertura del nuevo centro, España se convertirá en el primer país europeo con dos centros culturales en China.
Retos: la reducción del déficit de la balanza comercial.
La relación comercial asimétrica en España y China viene siendo una constante desde el establecimiento de las primeras relaciones comerciales, pero en los últimos tiempos el déficit comercial no ha dejado de aumentar. Instituciones como el ICEX o entidades como la Fundación Consejo España China llevan años trabajando para ayudar a las empresas españolas a mejorar sus ratios de exportación, pero es una tarea hercúlea ante las dimensiones y las particularidades del mercado chino. Por eso es imprescindible ir de la mano de asesores comerciales expertos en el gigante asiático.
Amenazas: el porcino, en el punto de mira
Durante décadas, uno de los grandes sueños del sector porcino era la posibilidad de vender jamones enteros a China. Después de arduos esfuerzos diplomáticos, en 2019 se levantó por fin la prohibición de exportar jamón con hueso, lo que allanó el terreno a la exploración de este producto tan emblemático.
Desde entonces, China se ha convertido en el mayor cliente de las empresas exportadoras de carne de cerdo, un sector que mueve miles de millones de euros. En 2023, informa Carlos Cué para El País, se exportaron a Pekín 560.000 toneladas valoradas en 1.233 millones de euros.
Pero esta ventaja competitiva se ve hoy amenazada como consecuencia de la guerra comercial. Y es que, como reacción a los aranceles impuestos por Bruselas, China amenaza con poner trabas a la importación de productos agroalimentarios, entre ellos el sector lácteo y porcino, a los que acusa de competencia desleal. Se le atribuye a Lao Tse la frase “si no puedes avanzar una pulgada, retrocede un pie”, pero un retroceso en el sector porcino sería como desandar décadas en la relación comercial. Y eso sería demasiado costoso.
Ante esta coyuntura, el asesoramiento de buenos consultores y expertos en el mundo chino será crucial para tener éxito en China. Estaremos atentos a la opinión de voces como Xulio Ríos, desde el Observatorio Política China, o Andrés Herrera-Feligreras, desde la consultora HERRERA ZHANG y la Fundación Qili.